
Jose Luis Rodríguez Zapatero, ese señor que la noche de un 14 de Marzo llegó a la Presidencia del Gobierno del Estado más antiguo de Europa, parece ir camino, poco a poco, paso a paso, de relegarlo a los libros de Historia.
Cierto es que ha contado con inestimables colaboradores, entre ellos el Sr. Carod Rovira y su antes gran amigo Pascual Maragall. Y con herramientas de la máxima eficacia, como la educación que gestionan los caciques de ciertas Autonomías y que les ha permitido moldear las mentes de sus "súbditos" desde el fatídico momento en que la competencia en educación pasó a sus manos.
Y ayudado de estos grandes estadistas de Estados pequeños, y de la educación, está transformando España para que no la conozca ni la madre que la parió, seguramente en honor a Alfonso Guerra.
Así, podríamos en un futuro no muy lejano ver como cada Comunidad Autónoma, a través de sus Tribunales Superiores de Justicia como última instancia judicial en sus respectivos territorios sin papel alguno para el Tribunal Supremo, decide por su cuenta en los asuntos de los ciudadanos. Adiós a la igualdad de todos los españoles ante la Ley, puesto que los Magistrados de Extremadura puede que la interpreten de manera diferente a los de Asturias.
De igual manera, cada Comunidad Autónoma tendría su propia Agencia Tributaria, y gestionaría todos sus impuestos, porque claro, el dinero para el que se lo trabaja. Adiós a la solidaridad entre territorios, olvidándonos de forma cainita de aquellos más desfavorecidos. Hombre, si es que los catalanes trabajan mucho más que los andaluces, y si Andalucía necesita un mayor desarrollo, ¡que se busque la vida!
Nos quedaría por tanto la representación exterior, tema en el que llevan años trabajando a conciencia los nacionalistas, y el Ejército. No parece probable, al menos hoy, que el Ejército esté dispuesto a ponerse a las órdenes los distintos gobiernos autonómicos, aunque en la España actual ya sabemos que no existe el freno a la imaginación, porque todo, absolutamente todo, es discutido y discutible. Hasta el concepto de nación, sin ir más lejos.
Poco importan ya todos los españoles que dieron su vida para que tuviéramos una Nación de ciudadanos libres e iguales ante la Ley y para que a día de hoy no estemos, por ejemplo, bajo el yugo del Islam. Por ellos, por todos y cada uno de ellos, el 9 de Marzo tenemos que votar en conciencia y con memoria histórica. Con la memoria histórica que nos une como españoles, no con la que nos separa.
Espero que demos la talla.